Si hay un lugar donde el rugido de los motores resuena con fuerza entre las montañas, ese es Córdoba. El rally cordobés tiene sus raíces en la pasión por los caminos sinuosos y polvorientos de las Sierras Grandes, un escenario natural que desde los años 60 desafía a pilotos y máquinas por igual. Todo comenzó con eventos locales organizados por clubes automovilísticos, pero fue en 1980 cuando el Rally de Argentina puso a Córdoba en el mapa mundial al convertirse en una fecha del Campeonato Mundial de Rally (WRC).
El hito más recordado llegó en 1988, cuando el cordobés Jorge Raúl Recalde hizo historia al ganar el Rally de Argentina con un Lancia Delta Integrale, convirtiéndose en el único piloto argentino en triunfar en una prueba del WRC. Este logro no solo marcó un antes y un después en el rally local, sino que consolidó a Córdoba como un bastión de la especialidad. Desde entonces, el Campeonato Provincial de Rally Cordobés ha mantenido viva esa tradición, con fechas icónicas como el Rally de Potrero de Garay o el Rally de Santa Rosa de Calamuchita, donde pilotos y navegantes enfrentan tramos tan técnicos como espectaculares. Las sierras cordobesas no solo son un circuito: son el corazón de una leyenda que sigue acelerando.